sábado, 28 de marzo de 2009

Aceptable


Se hizo lo justo, lo necesario, el trabajo que se debía llevar a cabo. No fue un juego espectacular el de la selección mexicana frente a Costa Rica (representativo que ingenuamente creía poder dar otro Aztecazo). La gente quedó contenta por la victoria y porque el equipo mostró pundonor, unidad y, lo más importante, un poquito más de juego de conjunto y de congruencia futbolística. Guillermo Ochoa prácticamente tuvo un día de campo. La defensiva estuvo a la altura (sobre todo Leobardo López y Fausto Pinto, ambos de la escuela pachuqueña). La media jugo de manera casi impecable (Pável Pardo, estupendo; Andrés Guardado, casi perfecto -y estuvo a punto de hacer un gol de bandera-; Leandro Augusto, bien, con mucha cancha cubierta; Fernando Arce muy fallido en los pases, no salió en su día). La delantera mejoró un poco, pero tanto Matías Vuoso como Omar Bravo fallaron goles cantados. Sven Göran Eriksson tardó mucho en realizar los cambios y creo -aquí viene el entrenador que todos llevamos dentro- que en el segundo tiempo debió meter a Nery Castillo (a pesar de sus ex abruptos contra la prensa) por Vuoso y a Luis Pérez por Arce (urgía un creativo y ya que no estaba Sinha...). Con todo, se pasó la primera prueba y ahora viene la más dura, este miércoles, contra Honduras en San Pedro Sula. es ahí donde se demostrará qué tanto ha mejorado la selección.

jueves, 19 de marzo de 2009

Narradores y comentaristas televisivos 1: TV Azteca


En México, a lo largo de los años, hemos tenido narradores y comentaristas futboleros de toda índole. Desde leyendas como Agustín González Escopeta, Fernando Marcos, Fernando Luengas y Ángel Fernández, hasta nulidades cuyos nombres se han perdido en el pozo del olvido. ¿Cuál es la situación actual de los hombres que en la televisión abierta y restringida disfrutamos o padecemos? Para empezar, vayamos con los comentaristas y narradores de TV Azteca. En esta televisora, aún se siente la escuela que dejó quien parecía inamovible Jefe de Deportes desde principios de los años setenta, cuando la emisora se llamaba Imevisión y pertenecía al gobierno: José Ramón Fernández. De los alumnos directos del gran Joserra, en el área de futbol prácticamente sólo queda André Marín, quien a pesar de todo mantiene un buen nivel como conductor de Los protagonistas y comentarista a nivel de cancha. Otros comentaristas destacados son David Medrano y Luis García. Ambos conocen mucho de este deporte y saben analizarlo a profundidad. Sin embargo, la estrella de TV Azteca es el mexico-argentino Christian Martinoli, a mi modo de ver el mejor narrador de partidos que hay en este país, no sólo por sus conocimientos y amenidad, sino por su picardía, inteligencia, agilidad mental, frescura y agudísimo sentido del humor. Martinoli evolucionó de un narrador bastante regular a un creador de su propio estilo, con frases recurrentes que se han vuelto memorables ("¿Qué-le-pasó-a-...?"; "Ah, no, bueno...!"; "¡Notable, sobresaliente!"; "Se volvió loco"; "Se le viene la noche"; "¡Agárrenlo que es ratero!", "¡Qué decimos gol: golazo!", etcétera), y que hace una gran mancuerna con el sarcástico y ya mencionado Luis García. Cuando ellos dos están en un partido, así sea el más malo, la diversión se encuentra garantizada. Otro que me parecía excelente era Barak Fever, con sus Contracrónicas, pero al parecer ya causó baja. De ahí en fuera, el resto de los narradores y comentaristas de TV Azteca están para llorar, incluidos Toño Rosique y el jovenazo al que le dicen el Yisus. Obviamente se extraña a David Faitelson y a José Ramón Fernández Jr., aunque menos mal que ya no está el narrador chileno que no se de dónde sacaron y era malísimo.

lunes, 16 de marzo de 2009

Ecos de la décima jornada


La crisis futbolística es como una estafeta o como una enfermedad contagiosa o como el juego de la roña. El caso es que en esta décima fecha, la crisis que cargaba el América se la pasó al Cruz Azul, al vencerlo rotundamente en su propia casa y reafirmar la jettatura que los de Coapa tienen desde hace años sobre los de La Noria. No pasó lo mismo sin embargo con otras dos jettaturas, porque el Universidad al fin venció al Atlante y el Atlas hizo lo propio con el Guadalajara. Otra cuestión notoria es el paso firme que lleva el Puebla y que ya lo tiene más cerca del liderato que del problema del descenso, algo que no pasa con el Necaxa, a pesar de su triunfo sobre el híper gris Morelia, o con los Tigres. El amor a la camiseta de los poblanos es cosa que no se ve en los otros implicados con el famoso cociente. En fin: el liderato general se empató, Toluca mantiene su buen juego, Santos crece, Monterrey es cada vez más contundente, Pachuca afloja un poco y el resto de los equipos esta vez no dieron nota.

El mejor partido: Santos-Toluca
El mejor gol: El de Néstor Calderón del Toluca
El peor encuentro: Tecos-Jaguares
Lo peor de la jornada: El miedo del Cruz Azul a la camiseta americanista

miércoles, 11 de marzo de 2009

Barcelona y Liverpool



Hoy día hay muchos equipos, demasiados, que privilegian el resultado sobre el espectáculo, el jugar a la defensiva sobre el hacerlo a la ofensiva, el cuidar los puntos a costa de lo que los brasileños llaman el jogo bonito. Dicen que el futbol no es un circo y que no están obligados a gustar a los ojos de quienes a final de cuentas les pagan: los aficionados, los espectadores. Crasa estupidez que en México despliegan técnicos y equipos de la manera más impune. Porque cuando uno ve a cuadros como el Barcelona de Pep Guardiola o el Liverpool de Rafael Benítez (ambos técnicos españoles, por cierto), tiene que rendirse ante la evidencia de que si algo es posible es el conjugar el buen jugar con el jugar bonito, con el proporcionar espectáculo. En la actual Champions League, Barcelona golea cinco a uno al Olimpique de Lyon y Liverpool arrasa con un cuatro a cero nada menos que al Real Madrid. Los dos lo hacen con descaro, con agresividad, con talento, con un despliegue de armonía en todas sus líneas, pero siempre privilegiando a la delantera y a las ganas de anotar, de crear múltiples situaciones de gol y meter todos los tantos que les sea posible. Hay grandes equipos en el mundo, como el Inter de Milán, como el Bayern de Munich, como el Manchester United de Inglaterra, como el propio Real Madrid de España. Sin embargo, ninguno como el Barça y el Liverpool, escuadras que entienden que el futbol es antes que nada un juego y que los juegos son para provocar placer y gozo. Nada más... y nada menos.

lunes, 9 de marzo de 2009

Ecos de la novena jornada


El nivel de calidad subió apenas un poco, pero hubo mucha tela de donde cortar. Pachuca, Toluca, Puebla y Monterrey mantienen su buen ritmo, sobre todo los Diablos Rojos que siguen invictos (aunque van en segundo lugar en la tabla general) y los de la Franja, quienes han mostrado un pundonor a toda prueba (¿Chelís a la selección nacional?). Los Pumas mejoran poco a poco y alcanzaron ya el primer lugar de su mediocre grupo (¿el de la muerte o el de los muertos... de vergüenza?). Pero la nota la dan los tres equipos del monopolio televisivo. América, Necaxa y San Luis perdieron sus respectivos encuentros. Ninguno de los tres juega a algo (tal vez los Tuneros -eso de Gladiadores es una jalada- sean los menos malos). Pero Necaxa da pena por su tibieza y el América... Por Dios, el América. ¿Podrá alcanzar mayores honduras? No parece haber remedio para un cuadro tan desalmado (es decir, tan falto de alma) y tan mediocre, tan escaso de espíritu, tan gris e insustancial. Lo peor para la escuadra de Coapa es que en el siguiente torneo su cociente lo va a poner entre los tres equipos con mayores posibilidades de descender. Increíble pero cierto (aunque no dudemos que si eso sucede, los federativos se darán a la tarea de eliminar la famosa tabla de porcentajes -que no es tal). En fin, desde un punto de vista morboso, el campeonato está la mar de interesante. Lo futbolístico... dejémoslo a la Champions.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Señor árbitro*


En la insuperable fauna del estadio existimos columnistas infumables, directivos diabólicos, federativos satánicos, futbolistas ruines, aficionados malvados, analistas fastidiosos, comentaristas sátrapas y dueños canallas. Aun así, lo culpamos de todos nuestros males porque en el fondo, le tenemos miedo a la oscuridad:

–Un error suyo puede salir carísimo y, sin embargo, es el peor pagado del futbol.
–Vive de las tarjetas, aunque nadie le otorgue crédito.
–Llega solo al estadio, pero generalmente sale escoltado.
–Es el que más corre detrás de la pelota y nadie agradece su esfuerzo.
–Hablan de su cuenta bancaria, pero nunca he visto alguno manejando un Lamborghini.
–Nadie compra sus camisetas, aunque se diga que están a la venta.
–Si pierde la calma, pierde el partido; y si gana el partido, perdió la cabeza.
–Nunca grita gol, aunque sea el más cercano a la jugada.
–Es un pagano dentro de la cancha, pero el que más vocación tiene.
–Era el más malo de la cascarita.
–Tienen todo el poder y al mismo tiempo, ningún poder de convocatoria.
–Duerme mejor un día antes del partido, que el día después.
–Son los primeros en llegar al campo y los últimos en irse.
–Nadie le aplaude una gran jugada.
–Cuando sale en la portada, es para llamarlo bandido.
–No tiene hotel de concentración, pero es el más concentrado.
–Su condición física es envidiable, pero sus condiciones de trabajo no son ideales.
–Es el héroe de su casa, pero el más buscado del vecindario.
–La televisión lo desnuda, pero nadie se atreve a vestir como él.
–El único niño que sigue su ejemplo, por lo general es sobrino suyo.
–Todo mundo cuestiona sus jugadas, aunque el delantero se coma tres goles.
–Le pedimos sentido común, cuando lo perdió completamente al querer ser árbitro.

*Me tomé la libertad de reproducir este artículo que José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo publica el día de hoy en su excelente columna "Cartas oceánicas" del diario La Afición. Es una joya que merece ser leída.

lunes, 2 de marzo de 2009

Ecos de la octava jornada


El futbol sigue ausente y sólo aparece en uno o dos partidos y eso de manera intermitente (bueno, en el Monterrey-Toluca el espectáculo y las emociones sí fueron una constante y hay que agradecérselo a ambos equipos, mientras que el segundo tiempo de las Chivas en la goleada al Pachuca (¡cinco a cero!) también fue algo bueno). Pumas volvió a ganar, aunque en forma poco convincente; Cruz Azul es una calamidad y el Atlante lo puso en evidencia; mientras que el América..., ay, el América..., es una catástrofe, un equipo sin pies o cabeza. En la parte baja, donde se pelea por evitar el descenso, casi nada se movió, ya que salvo la Universidad de Nuevo León que perdió, el resto de los involucrados empató sus juegos. No fue una fecha para el olvido porque hubo grandes goles, como el segundo del San Luis -ese chavo Víctor Hugo Lojero (foto) es muy bueno-, pero urge que los equipos se comprometan más. Por lo pronto, ya reapareció Omar Arellano con el Guadalajara -para hacer dos goles- y ya viene su tocayo Bravo a los Tigres que con José Pekerman deberán rendir más.