lunes, 2 de marzo de 2009

Ecos de la octava jornada


El futbol sigue ausente y sólo aparece en uno o dos partidos y eso de manera intermitente (bueno, en el Monterrey-Toluca el espectáculo y las emociones sí fueron una constante y hay que agradecérselo a ambos equipos, mientras que el segundo tiempo de las Chivas en la goleada al Pachuca (¡cinco a cero!) también fue algo bueno). Pumas volvió a ganar, aunque en forma poco convincente; Cruz Azul es una calamidad y el Atlante lo puso en evidencia; mientras que el América..., ay, el América..., es una catástrofe, un equipo sin pies o cabeza. En la parte baja, donde se pelea por evitar el descenso, casi nada se movió, ya que salvo la Universidad de Nuevo León que perdió, el resto de los involucrados empató sus juegos. No fue una fecha para el olvido porque hubo grandes goles, como el segundo del San Luis -ese chavo Víctor Hugo Lojero (foto) es muy bueno-, pero urge que los equipos se comprometan más. Por lo pronto, ya reapareció Omar Arellano con el Guadalajara -para hacer dos goles- y ya viene su tocayo Bravo a los Tigres que con José Pekerman deberán rendir más.

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